¿Es buena idea hacer los deberes en la cocina?

Si tu respuesta es sí, lo primero que necesitamos es una mesa cómoda, una silla adecuada… y que la cocina sea un espacio que inspire y en el que sea fácil concentrarse. Por el contrario… puede ser una infinita fuente de distracciones nada favorable a la hora de ponerse serios con la tarea.

Teresa Bardera, jefe de unidad del Institut de Ciències de l’Educació Josep Pallach de la Universitat de Girona (UdG), centro dedicado a la formación permanente del profesorado e innovación educativa, afirma que “Los espacios del hogar pasan a tener un valor que antes no habíamos pensado. Un valor diferente. Si el lugar de estudio es creativo, agradable y cuidado, de por sí crea bienestar y eficiencia. Y si estás bien, el aprendizaje se produce porque estás más receptivo”.

¡Os damos 8 consejos para que vuestra cocina sea una opción a tener en cuenta siempre que a vuestros hijos les apetezca!

  1. Mobiliario adecuado: Disponer de una mesa lo suficientemente amplia y una silla cómoda para que el tiempo invertido en ellas sea eficiente y de calidad.

  2. Orden: Es imprescindible alejar las distracciones, por eso conviene tener a la vista solo los elementos justos que se van a necesitar y, si están colocados en orden, mejor.

  3. Espacio: No es tan importante si la cocina es grande o pequeña, sino que el espacio del que disponemos esté bien aprovechado y esté lo menos sobrecargado posible.

  4. Luz: Siempre es preferible hacer casi cualquier tarea con luz natural, pero si no es posible, lo más importante es que las condiciones sean las adecuadas para no forzar la visión. Existen numerosas soluciones en luz artificial para iluminar cualquier cocina para todo tipo de usos

  5. Ventilación: Si la cocina tiene buena ventilación y la temperatura es adecuada, favorecerá el rendimiento de nuestros pequeños estudiantes, reduciendo la fatiga y estaremos favoreciendo además a aumentar sus niveles de energía.

  6. Electrodomésticos silenciosos: Es fundamental que no existan sonidos ni ruidos molestos que desvíen su atención de la tarea, especialmente si provienen de los electrodomésticos. Ayudando a su compromiso con lo que están haciendo, pueden preparar un sencillo cartel para colgar en la puerta de la cocina, con mensajes del tipo “ESPACIO DE ESTUDIO, NO MOLESTAR”. Si es complicado dar con el silencio requerido, unos auriculares con música relajante pueden favorecer su concentración.

  7. Horarios: Ayudarles a marcar horarios contemplando las pausas que se van a hacer ayuda a que se concentren de forma más intensiva hasta el momento del descanso previsto.

  8. La merienda: ¡Ese gran momento! Una forma de motivar es recordar que en algún momento de la jornada se puede tomar un tentempié, pero siempre a modo de recompensa. Hacer los deberes mientras comen… ¡tiene todas las papeletas para acabar en desastre! Por eso, la importancia de las pausas.

¿Tenéis más ideas? ¡Contadnos! Os leemos.


#EspaciosLlenosDeVida