Luminosidad, practicidad y diseño: una cocina para vivirla.

Este proyecto, a priori, sólo contemplaba la reforma de la cocina y el acondicionamiento de la terraza, teniendo en cuenta que la altura de suelo entre ambas estancias eran diferentes, con una diferencia de unos 40 centímetros aproximadamente, siento la terraza mas baja.

Nuestra primera propuesta fue crear el diseño de la cocina por un lado y el de la terraza por otro, manteniendo los mismos materiales para no romper la sintonía ambos espacios. Así, aislaríamos la terraza del exterior con un cerramiento y climatizaríamos las dos estancias, ampliando además el acceso de paso entre una y otra.

Sin embargo, nos dimos cuenta de que aun manteniendo la unidad en los materiales, continuarían siendo dos estancias independientes y que además, para pasar de un a otra, habría que emplear escalones, algo bastante incómodo.

De modo que decidimos llevar el proyecto más allá: apostamos por nivelar los dos suelos a una misma altura y eliminamos cualquier puerta de paso entre los dos espacios para que queden completamente unidos. Respecto al cerramiento de la terraza quisimos que fuera lo mas ligero posible, para permitir el paso de la luz natural, e instalamos aperturas motorizadas, para obtener una buena ventilación cuando sea necesario cómodamente.

De esta forma se unifican los dos espacios, ampliamos almacenamiento y, sobre todo, ganamos espacio de circulación. También nos permite crear diferentes zonas en la propia cocina para, como siempre, no usarla únicamente para cocinar, sino como un espacio para disfrutar, relajarnos mientras tomamos un café o infusión, y sentir como el sol atraviesa los grandes ventanales y nos calienta mientras vemos la televisión o leemos un libro.

Gracias a la iluminación indirecta ganamos en riqueza visual y confort, así como con las texturas de la madera natural que usamos tanto en la mesa como en las baldas, y también a través de las tonalidades empleadas en el mobiliario y revestimientos.

Es importante destacar que hablamos de una cocina que fusiona muy claramente practicidad y diseño. En la zona de placa y fregadero, que es donde puede saltar la comida y manchar, optamos por un revestimiento con alicatado de baldosa, que al final es lo más fácil de limpiar. Sin embargo, en la zona de “ocio”, zona office, empleamos un papel vinílico, de tal forma que ganamos en belleza a través de su textura y cromatismo, y además resiste muy bien las rozaduras y posibles manchas. En el caso del suelo, escogimos baldosas de gran formato, que al igual que en las paredes alicatadas, apenas muestran juntas entre ellas.

Profundizando en la decoración, elegimos sillas de la marca italiana Zanotta, que prima el diseño y la comodidad en cada uno de sus productos. Concretamente puedes ver la silla June (una de nuestras preferidas, por su ligereza y comodidad) y la silla Liza, que combina perfectamente, y es algo mas robusta. Y es aquí en donde damos ese punto desenfadado con el tapizado, aportando un punto de carisma a la cocina.

Por último, jugamos con el contraste entre la encimera negra con matices marrones, y en detalles de perfilería y elementos decorativos, que aporta un punto de elegancia.


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