Gustavo Lahera: «Me gusta imaginar el reto que supone conocer al cliente y entender lo que necesita para llevar a cabo el proyecto de sus sueños”

Gustavo Lahera es un profesional inquieto y versátil, que se dedica tanto al diseño de interiores como de producto y mobiliario. Refleja en sus trabajos una marcada personalidad, gracias a sus 20 años de experiencia, al tiempo que muestra una gran capacidad para adaptarse a espacios muy cambiantes.

Entramos directamente “hasta la cocina”, ya que nos interesa mucho saber qué opina Gustavo sobre la transformación de este espacio destacado en cualquier vivienda. “Si algo está teniendo una gran evolución en el mundo de la decoración es todo lo referente a la cocina. Los nuevos materiales, además de todo lo que abarca los electrodomésticos, aportan diseños que están en continua evolución. Para mi, el hecho de que cada vez las cocinas se conviertan en espacios abiertos unidos a los salones ofrece, todavía, más posibilidades”.

Nuestros amigos aragoneses seguramente conocerán el espacio “Escuela de Sabor”, donde el chef Daniel Yranzo imparte unos recomendadísimos cursos de cocina. Precisamente, este lugar ha sido diseñado por Gustavo Lahera, todo un reto y fuente de aprendizaje, en el que desde Cocinas Imco, pusimos nuestro granito de arena. “Me atrajo hacer un tipo de proyecto que nunca había hecho, un local para enseñar a cocinar era una experiencia totalmente nueva para mi. Además, me encantó  trabajar con el equipo multidisciplinar que se formó. ¡Aprendí muchísimo!”.

Sabemos que Gustavo está trabajando en un proyecto fuera de España que le entusiasma, precisamente por lo que tiene de novedoso y exótico. “Desde hace aproximadamente un año y medio, estoy haciendo junto al interiorista Jorge Rillo unos locales comerciales por varias ciudades de Marruecos (Casablanca, Marrakech, Rabat y Agadir), está siendo una experiencia muy bonita”.

Algo que encaja a la perfección con sus motivaciones a la hora de arrancar un nuevo trabajo. “Me gusta pensar el reto que supone conocer al cliente y entender lo que necesita para llevar a cabo el proyecto de sus sueños”.

Si quisiéramos situarle cerca de un estilo o estética concreta, lo tendríamos difícil, ya que “nunca he pensado que tenga un estilo ni muy clásico ni muy moderno. Me gusta adaptarme al cliente que generalmente suele tener ya un gusto predefinido que hay que ordenar”.

No nos resistimos, antes de despedirnos de nuestro amigo, a preguntarle cuál es el rincón favorito de nuestra showroom, pregunta recurrente a todos nuestros entrevistados, que nos llena de curiosidad. “Es difícil elegir uno, ya que me parecen espectaculares todos sus rincones, pero mi favorito es la cocina de César que está en el escaparate”.